jueves, 7 de enero de 2010

PETICION DE ELODIE MONTORO A OLIVIER MERCIER PARA DIRIGIR LAS EMPRESAS QUE LE HAN QUEDADO EN HERENCIA

     Si te he hecho venir es para concluir de una vez por todas nuestro contrato para salvar los negocios de Pascal. Esta mañana he hablado con Marc y acepta venderme las empresas que le han tocado en herencia. Ni qué decir tiene que ha aceptado mi oferta a pesar de estar muy por debajo del precio que hubiera podido sacar si las hubiera negociado con otro inversor, pero como tú dijiste, para eso hay que tener un cerebro o buenos amigos que te sepan aconsejar. Para nuestra buena suerte mi hijastro no tiene ni lo uno ni lo otro, sus amigotes no hacen más que presionarle para que venda cuando antes y volverse a Saint Tropez a chuparle todo lo que ha ganado con la venta.
     También ha jugado en su decisión la sospecha de que si no se decidía en una semana anulaba el trato con él y le compraba las empresas al cretino de su hermano. El dinero que derrochó Pascal pagándoles las grandes escuelas a esos dos. Después de tantos años de estudios son incapaces de darse cuenta que las empresas de Jean François no valen ni el dinero de los inmuebles de sus oficinas. Y todo eso, una vez más como tú lo planeaste, porque cuando Jean François te llamó para pedirte consejo, le hiciste creer que su padre le había dejado una verdadera mina de oro. Sólo ahora me doy cuenta la razón que tenías cuando decías que si no actuábamos deprisa mis hijastros reducirían a polvo el trabajo de tantos años de Pascal.
Supongo que la ex mujer de Pascal estará arrancándose los pelos de rabia al saber que soy yo el que le compra sus empresas a Marc. Su última esperanza de hacerse rica era manipular a sus hijos para que le asignaran una pensión, y ahora sin embargo sabe, como todos los que conocen a Marc, que se lo va a fundir todo en cocaína, putas y hoteles de lujo.
     Esta tarde tenemos cita con el notario. La nueva empresa se llamará “Herederos de Pascal Montoro” y a ti te corresponde el 41% por el dinero que me has prestado y porque te lo mereces más que nadie. Tu nombramiento de director general lo hacemos también esta tarde, pero una vez que Marc se haya ido, para que no le vaya contando historias a su madre.
     Sin embargo hay algo que me preocupa Olivier, ese maldito comisario. La semana pasada vino a verme de nuevo. Se presentó en mi casa sin prevenir. Yo le dije que no podía recibirle en ese momento y que pidiera cita con mi abogado pero él insistió diciendo que lo que tenía que hablar conmigo era por mi propio interés.
     El problema de los policías es que se creen más listos que los demás. Por mi propio interés, ja. Lo que quería el comisario es saber que iba a hacer con mi parte de la herencia. Me preguntó si había recibido alguna oferta por las empresas que me tocaban, o si había tenido algún tipo de presión para venderlas. Me soltó como por descuido tu nombre, diciendo que le estabas poniendo impedimentos en la investigación, para observar mi reacción. Ese imbécil me toma por una barbie sin cerebro, qué sabrá él.
Le expliqué que tú sólo cumplías los deseos de Pascal de mantener alejado a todo el mundo de sus negocios hasta que los herederos decidiéramos qué hacer con ellos. Y qué tenías todo el apoyo de la familia.
Luego no quiso insistir más, pero no se va a quedar tranquilo mucho tiempo, sobre todo cuando se entere de nuestros tejemanejes. Olivier, ahora tú eres el director de las empresas de Pascal, a ti te corresponde ocuparte de ese comisario. Demuéstrale de una vez por todas que nosotros no tenemos nada que ver con el asesinato de Pascal, aunque seamos los grandes beneficiados. Utiliza los medios que hagan falta para encontrar al asesino de mi marido, demuéstrale al comisario que nosotros queremos encontrarle más que nadie. Esa es la única manera de que no meta el hocico en nuestros negocios.
     Tú sabes bien Olivier lo que me ha costado llegar hasta aquí y no voy a dejar que nadie me hunda. Nadie ¿me oyes? Si Pascal se casó conmigo fue porque sabía que cuando él despareciera, yo podría salvar sus negocios mejor que cualquiera de los incapaces que tenía a sus alrededor. Y no le defraudaré. No dudaré en aplastar a quién se ponga en mi camino, no lo olvides.
A partir de hoy dejo de ser la viuda de tu mejor amigo para convertirme en tu socia. Y con los socios no se juega.

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