miércoles, 2 de septiembre de 2009

LA VIDA ES SUEÑO

      Aquel sueño es, cuando rebusco en mis recuerdos, lo más real que me ha sucedido en toda mi puñetera vida.
      Subía por una escalera excavada en la roca del pequeño acantilado que llevaba del puerto pesquero a mi casa. Era un lugar donde yo nunca he estado y aún así, en el sueño sabía que había subido esa escalera cientos, miles de veces, pero aquella noche, sin saber por qué, la subía mirando hacia arriba. El Cinturón de Orión dominaba, en el centro de mi mirada, una noche de millones de estrellas, sin luna, y sin brisa.
La escalera ascendía, peldaño a peldaño, al cielo nocturno más puro que mis ojos me han permitido contemplar en tantas noches de insomnio forzado. La mitad del cielo que escondía el acantilado se iba descubriendo con cada paso. Jamás, jamás te digo, he vuelto a vivir la sensación de estar caminando así hacia las estrellas. Tuve la impresión que Saturno iba a aparecer en lo alto del camino, a tan poca distancia, que pudieran tocarse sus anillos con la mano.
      Nada existía alrededor, ni el pueblucho, ni el puerto, ni el mar hasta el horizonte. Ni la tierra bajo mis pies. Todo, las penas y las alegrías, quedaba atrás.
      La ultima huida. La definitiva. Se acabaron las carreras, el miedo a la policía, se acabaron los escondites y los interrogatorios.
      El Universo como último refugio. El regreso al origen de todo.
      Y seguí subiendo aquella jodida escalera hasta llegar al saliente de arriba del todo, y detrás, detrás,… detrás estaba mi casa y no Saturno. Tal y como la había dejado. Y la escalera se acabó y el Universo seguía tan lejos como siempre había estado. Y el puerto abajo del acantilado, y el mar hasta el horizonte, y la tierra bajo mis pies.



SIN NOVEDADES DEL ASESINO DE MONTREUIL

      Tres días después del asesinato por envenenamiento de P.M. en la plaza de la République en Montreuil, mediana localidad del extrarradio de Paris, la policía ha reconocido no tener ninguna pista sobre el asesino ni sobre el posible móvil que llevó a cometer el crimen en pleno día. La falta de información de la policía es tanto más preocupante cuanto que el homicidio se produjo un jueves por la mañana, día de mercadillo local, que aunque no sea de los más populosos de Montreuil, había atraído aquel día a unas cuantas decenas de personas.
      En cualquier caso la policía ha desmentido la versión del ajuste de cuentas entre miembros de mafias rivales. En efecto, la victima del crimen, P.M., era propietario y director de una empresa de construcción que no sufría, tras verificación de este periódico, dificultades financieras ni había sido objeto en el pasado de amenazas ni de denuncias.
      El comisario Vermerie ha declarado que se están utilizando todos los medios necesarios para encontrar al asesino e hizo un llamamiento a la colaboración de los vecinos en el caso de que pudieran aportar alguna información.
      Estas declaraciones no han tranquilizado en lo más mínimo a los vecinos de Bas Montreuil, donde se produjo el crimen. En este barrio se mezclan los talleres de artistas con las pequeñas industrias supervivientes de siglos pasados, y la convivencia pacífica de inmigrantes de numerosos países, con un aporte especial de Mali, es una realidad cotidiana. Por esta razón los habitantes de Bas Montreuil exigen a la policía un avance rápido de la investigación.

2 comentarios:

  1. SI SANTIAGO TIENES RAZON, LOS ANILLOS DE SATURNO NO ESTAN A NUESTRO ALCANCE. ERES GENIAL. TQ MARIA.

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  2. Excellent, juste excellent!
    On attend la suite avec impatiente...
    Silvère*

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